Los cambios económicos en Cuba y el papel del Estado

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Data
1997-07Autor
Carranza Valdés, Julio
Gutiérrez Urdaneta, Luis
Monreal González, Pedro
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Se examinan algunos de los cambios más relevantes ocurridos en Cuba en años recientes, para superar la profunda crisis económica iniciada en 1989. Se analiza el surgimiento y la evolución de nuevas formas de propiedad privada, el desarrollo de un sector no estatal de la economía y sus relaciones con el Estado, y se exponen las funciones que debería ejercer el Estado cubano en el marco de las actuales condiciones. Desde 1989, el gobierno cubano ha enfrentado una profunda crisis económica, logrando ajustar el país a una decreciente disposición de recursos, modificar su inserción económica internacional y adelantar cambios fundamentales en la organización de economía interna. Esto ha dado lugar a un proceso complejo y contradictorio que ha cambiado la dinámica social en la medida en que se ha diversificado la propiedad privada, la generalización de formas cooperativas en la agricultura y la ampliación del trabajo por cuenta propia. La legalización de la tenencia y circulación de divisas ha dado lugar a una fractura del mercado interno de bienes y consumos, con nuevos espacios de libre mercado a los productos del agro, a ciertos servicios y producciones menores, modificándose rasgos característicos del sistema revolucionario. Se asiste a la articulación de un sistema menos igualitario, aunque con un nivel de equidad social muy superior al de cualquier otro país latinoamericano o caribeño. Hasta 1993 los cambios implementados en la economía cubana se orientaron a la activación y reorientación del mercado externo, pero ya para el segundo semestre de ese año las reformas se dirigieron al mercado interno. La ampliación del trabajo por cuenta propia significó el fortalecimiento de la presencia del sector privado, considerado como extraño a la noción de socialismo. Más allá de las polémicas teóricas generadas a este respecto, se considera que la . contribución de esta actividad con la eficiencia global de la economía es limitada. La admisión de nuevas formas de propiedad no estatales como alternativa para la reestructuración socialista de la economía, exige el estudio de los siguientes aspectos esenciales: la contribución al problema del empleo; la potencial movilización del ahorro y la inversión cooperativa y privada; la relación entre eficiencia productiva y forma de propiedad; el establecimiento de límites extraeconómicos al crecimiento de la propiedad privada; y la articulación de relaciones entre el sector estatal y la pequeña y mediana empresa. La nueva economía a que debe dar lugar la reestructuración supone readecuar las funciones del Estado. En sus nuevas funciones, el Estado debería ser: planificador, promotor, regulador, inversionista, empresario, banquero, estabilizador y redistribuidor. La capacidad del Estado para garantizar los objetivos y el contenido socialista de la reestructuración económica se expresa en que conserva la propiedad de los medios de producción, planifica el desarrollo de la economía, define las normas monetarias y mercantiles, empresariales y laborales, decide el gasto social y aprueba y controla la inversión extranjera. C.S.