Da hecatombe fiscal à desestruturacao das políticas públicas no Brasil : em busca das preocupacoes esquecidas
Resumo
Se reseñan las medidas adoptadas en el Brasil para superar la crisis económica, siguiendo las orientaciones ortodoxas. Se comentan las consecuencias de estas medidas en términos de la desestructuración de las políticas públicas y la desarticulación institucional de las relaciones intergubernamentales, y se plantea la necesidad de rehacer la agenda del Estado, incorporando la temática social. La línea ortodoxa de pensamiento económico atribuye a lo que considera un excesivo intervencionismo estatal la principal responsabilidad como causante de la crisis fiscal y del déficit público. Se considera que a mayor grado de intervención se generan mayores distorsiones distributivas y menores inversiones productivas, con menor crecimiento económico y con la consiguiente aparición de condiciones críticas generalizadas. La solución recomendada por la ortodoxia para contener el ímpetu intervencionista del Estado comprende por una parte, la reducción de gastos, y por otra parte, la transferencia de activos públicos a manos privadas. Sobre la base de este diagnóstico, el Brasil experimentó en el curso de los últimos quince años una compleja política de estabilización. Teniendo como objetivo principal la superación de la crisis financiera, todos los demás aspectos de la gestión de gobierno pasaron a un segundo plano` sobre todo los correspondientes a la dimensión social. El resultado de esta orientación, en un plano general, fue la desarticulación de las bases de la política económica y social, y en el plano de las relaciones intergubernamentales, la sobrecarga de estados y municipios con las transferencias de responsabilidades en materia social y de infraestructura económica. Durante los primeros cinco años de la década de l990 el gobierno brasileño condujo la política de ajuste hasta sus últimas consecuencias. Pero en este período también comienza a movilizarse la sociedad, haciendo notar que los alarmantes índices de pobreza y miseria son consecuencia de las políticas adoptadas. Los resultados de la aplicación del plan de estabilización parecen dar al gobierno la posibilidad de evaluar su capacidad para dar respuesta a las demandas sociales, y para actuar en consecuencia. En todo caso, es lícito considerar que el proceso de reforma se encuentra aún en una fase preliminar, en la cual será posible incorporar a la agenda de gobierno los temas sociales que habían quedado relegados durante tanto tiempo. Por otra parte, es necesaria la introducción de cambios en el área de las políticas públicas, a efectos de tomar en consideración las realidades del interior del país, donde el municipio ocupa un lugar de importancia como objeto de análisis. La Unión debe asumir un papel coordinador de políticas, dar soporte técnico-financiero a las políticas macro, y promover la recomposición institucional de los vínculos entre los distintos niveles de gobierno. En términos generales, se trata de elaborar un programa ordenado e integrado de políticas públicas, y planificar la recuperación de la institucionalidad de las relaciones intergubernamentales. C.S.