El rol del Estado en la era de la postprivatización
Abstract
La ponencia se refiere al papel que el Estado desempeña en la sociedad contemporánea. Analiza la importancia del propio Estado en los procesos de la vida económica y social, con base en los factores que provocan el surgimiento de nuevas realidades políticas y públicas. Otrora, los Estados se desenvolvieron sin más límites que sus acciones. Hoy en día, la existencia real de los recursos públicos, así como el auge de la vida ciudadana, son factores que se toman en cuenta para instituir formas de colaboración que permiten la ampliación de la vida pública. En este sentido, el papel del Estado es producto de programas de ajuste y de reformas que contribuyen a definir su cobertura, sistemas de gobierno y los modos para que la administración pública sea nuevamente el pivote que articule la participación civil, política y social. En la noción del Estado postprivatización, la gestión pública juega un papel neurálgico. Es el centro de la gobernación en favor de la sociedad y punto para que la administración pública desarrolle con eficacia sus cometidos públicos. La gestión pública, en una visión de horizonte temporal y espacial, se vincula con la categoría capacidades del buen gobierno. Su importancia exige que las clases dirigentes le confieran importancia creciente para que la dirección y coordinación de la sociedad sean eficaces. El impacto de la gestión pública se enlaza con la reforma del Estado, con la necesidad de frenar la caída del bienestar social y con el imperativo de que la vida pública sea vigorosa y no burocratizada. En el caso de América Latina, la gestión pública es todavía más importante. Los rendimientos decrecientes de los Estados de la región, tienen su origen en las tendencias macro centralizadoras que auspiciaron y desarrollaron. Con ello se anulan tanto el espíritu como el contenido de la vida pública. El resultado ha sido que la gobernación de la sociedad se ha dificultado, debido a que el estatismo se ha ramificado y reproducido de manera multiplicada. Después de periodos de ajuste y reformas, los Estados latinoamericanos han de ingresar a la veta de la postprivatización sin apegarse a la nostalgia del leviatan borbónico que intensifico sus estructuras, procesos y funciones durante varias décadas, en las cuales alentó la cultura faraónica y proteica, misma en la era de la competencia y la innovación es improductiva e improcedente. La postprivatización es la etapa que actualmente viven los Estados pero no de manera homogénea sino contrastante. Es una etapa de la vida que apunta hacia la recuperación de los espacios públicos, la ciudadanización de la acción de gobierno y la necesidad de que las administraciones públicas sean verdaderos centros en favor de la vida ciudadana. La postprivatización es también una tendencia que denota cómo los Estados se han innovado y renovado para no convertirse en estatuas de sal. R.U.B.