O papel do Estado num mundo em globalizacao
Abstract
Se reseña la evolución histórica de la intervención del Estado en las actividades económicas de la sociedad, y se describe la situación actual y las expectativas acerca del papel del Estado en un contexto de creciente globalización a nivel mundial. Se comentan las razones que explican la presión neoliberal en torno al Estado y se cuestiona la validez de este modelo para dar respuesta a las demandas sociales. Según el pensamiento liberal radical, el Estado es una estructura que se opone a los individuos, coartando sus libertades e impidiéndoles una actuación que, en el plano económico, maximizaría los esfuerzos humanos para alcanzar el bienestar individual y por extensión el bienestar de todos. De acuerdo con esta posición, el Estado no debería intervenir en los asuntos económicos. Sin embargo, a medida que avanzó el modo de producción capitalista y se consolidó la economía industrial moderna, más necesaria se hizo le intervención del Estado para corregir las fallas del mercado, asumiendo tareas fundamentales para la sustentación del desarrollo económico. Luego de la Segunda Guerra Mundial y sobre todo a partir de las décadas de 1960 y 1970, la explosión de regímenes progresistas en el Tercer Mundo se acompañó de un aumento marcado de la intervención estatal en la economía. Asimismo, el surgimiento de los regímenes socialistas había aumentado significativamente la intervención del Estado en los países de Europa Oriental, como había sucedido en la URSS y en China. La creciente intervención del Estado se acompaña de un enorme aumento de la participación del gasto público en el producto nacional bruto, y paralelamente, sobre todo a partir de la segunda mitad de los años sesenta, de una disminución marcada de las inversiones productivas. Al entrar en crisis la mayor estructura estatal del mundo, como era la del bloque soviético, se disgrega la economía socialista y pasan a predominar casi sin oposición las ideas neoliberales. En realidad, los años de hegemonía neoliberal, entre 1980 y mediados de la década de los noventa, no muestran una modificación de la tendencia al crecimiento del gasto público. Las privatizaciones ocurridas en este período fueron numerosas, pero es preciso matizar sus alcances. Las empresas privatizadas pasaron en a formar parte de monopolios u oligopolios privados bien articulados con el Estado, y el proceso no se acompañó de una disminución del déficit público. Sobre la base de datos empíricos, es posible afirmar que el neoliberalismo es una ilusión cuyas fuentes son evidentemente ideológicas. Los economistas neoliberales saben que en el mundo actual prevalece el crecimiento de la concentración económica, la monopolización y el capitalismo de Estado, no obstante lo cual reclaman un retorno hacia la competencia sin restricciones. Los resultados de la globalización no significan un aumento en la capacidad del capitalismo como sistema económico para regir las relaciones de producción de la vida moderna, y solo exhiben la permanencia de la contradicción entre la hegemonía ideológica del economicismo neo-liberal en el poder y la voluntad de los pueblos. C.S.