Una administración caracterizada por su orientación hacia el ciudadano y por la redefinición del papel de los servidores públicos
Resumen
Los valores de la nueva Administración serian: a) Orientada a las necesidades del ciudadano; b) Estratégica; c) Promotora y relacional; d) Responsable y transparente; e) Eficaz y eficiente; y f) De calidad. Se trata de una Administración que se caracteriza, entre otros aspectos, por: a) Desarrollar la capacidad de elección del ciudadano en la prestación de servicios públicos; b) Incorporar la participación del ciudadano en el diseño de los servicios públicos; c) Acercar la capacidad resolutoria al ciudadano; d) Introducir la capacidad de decisión del ciudadano en la elaboración de los presupuestos; e) Poder relacionarse el ciudadano con la Administración desde su domicilio; f) Reconocer los derechos del ciudadano y establecer mecanismos para hacerlos efectivos; g) Introducir mejoras constantes en la calidad de los servicios de la Administración. Los servicios públicos dependen totalmente de las personas que los piensan, que los diseñan, que los proveen y que los prestan, los cuales están en contacto con el ciudadano. El servidor público ha de tener como misión esencial la satisfacción de las necesidades del ciudadano mediante la prestación de un servicio completo y de calidad y facilitar, con visión integradora y global, la resolución de sus demandas de la forma más eficaz y eficiente. Las características esenciales del nuevo modelo son: a) La profesionalidad: los servidores públicos han de garantizar la prestación de un servicio completo, integral y de calidad, y facilitar la resolución de las demandas de los ciudadanos a los que sirven. El servidor público ha de ser un instrumento facilitador de la satisfacción de las demandas de los ciudadanos. Por eso los servidores públicos han de ser personas dotadas de un alto nivel de formación y cualificación profesional y han de poder responder por su actuación. En este sentido se establecerán unos estándares de conducta y los mecanismos y procedimientos que garanticen la salvaguardia y el impulso de los valores profesionales que han de presidir la actuación del servidor público y que son el reflejo de los valores que se ha dado la propia organización. b) La aplicación de mecanismos de motivación: hay que reconocer y premiar a quienes mejoren en la prestación de sus servicios, garantizándoles una carrera profesional motivadora, basada en la experiencia, la formación y la evaluación y según criterios racionales y objetivos. Igualmente, se establecerán mecanismos de incentivación de la calidad del trabajo, de la iniciativa, de la capacidad de innovación y la dedicación y también, de forma progresiva y para determinados puestos, se vinculará una parte de la retribución total a la obtención de resultados. c) La adaptabilidad y flexibilidad: la Administración y sus recursos humanos han de ser flexibles y poderse adaptar de forma inmediata a las nuevas necesidades sociales. Por eso se fomentará la mejora continuada de los servicios y la formación continua de los empleados, particularmente en el uso de la TIC y en las lenguas foráneas. Así mismo se impulsará la incorporación de nuevas habilidades y perfiles profesionales públicos que permitan hacer frente a las nuevas exigencias de la gestión, en consonancia con la visión estratégica de la Administración. d) Revalorización de la dedicación al sector público: se ha de prestigiar socialmente el servicio público. En este sentido, es necesario que la Administración sea una opción laboral atractiva y que los sistemas de reclutamiento dejen de ser un freno a la incorporación de personas con sensibilidad y atracción para trabajar por los intereses de la comunidad. Se han de modificar los procedimientos de reclutamiento y de selección de servidores públicos estableciéndose sistemas ágiles y rápidos que primen la valoración de los conocimientos, los méritos y la experiencia. Es conveniente, igualmente, incorporar y desarrollar instrumentos de identificación corporativos y difundir interna y externamente los valores que fundamenten e impregnen el servicio público.