Formación de administradores culturales [el caso argentino]
Resumo
Se describe la evolución del sector cultural en la Argentina y se comentan las demandas de nuevos servicios y prestaciones que han surgido en este sector en el contexto de los cambios económicos y sociales ocurridos en este país. Se examinan las alternativas existentes para la formación de administradores culturales a nivel de postgrado y se discuten las perspectivas de esta formación para el futuro. Como resultado de las reformas realizadas en la Argentina, se logró una estabilidad monetaria y financiera y se privatizaron las empresas a cargo del Estado, pero hasta el momento actual no se consiguió aumentar la competitividad en los mercados mundiales ni reducir el déficit fiscal. Algunos economistas consideran que la economía atraviesa una etapa recesiva donde los índices de desempleo alcanzan el 18 por ciento. En estas condiciones, el Estado cada día reduce más las inversiones, especialmente las vinculadas con los sectores sociales. El sector cultural se ha ubicado en casi todos los países como parte de los distintos servicios que el Estado presta a los ciudadanos, y en consecuencia, las demandas de la ciudadanía se han incrementado. Pero mientras estas demandas crecen en progresión geométrica, los recursos asignados lo hacen mínimamente o permanecen estables. Por otra parte, la existencia de múltiples actividades culturales de la más diversa naturaleza, plantea la necesidad de atender los problemas referidos a la administración y gestión de la vida cultural. La reforma del Estado en el sector cultural no pasa tanto por privatizar ni regionalizar actividades, sino por el logro de una mayor eficacia en el desempeño administrativo para dar respuesta a las demandas de la comunidad. En este sentido, es importante la formación de los recursos humanos para la administración cultural. En la Argentina, esta formación tiene dos vertientes: la educación formal para las distintas artes a nivel medio y superior, y la enseñanza específica de la administración cultural, donde la experiencia es de corta data. Durante los años 1992 y 1993 la Escuela de Administración Cultural ofreció cursos de postgrado en materia de gestión y de políticas culturales, pero cerró sus puertas en 1994. En esa fecha se formó una asociación civil denominada Instituto Argentino de Gestión y Políticas Culturales, que en 1995 presentó propuestas para la creación de una maestría y cursos de postgrado de administración cultural. Otras instituciones privadas también se encuentran luchando por subsanar el abandono de la formación específica de agentes culturales por parte del Estado. Se concluye que en la actualidad el sector cultural necesita contar con administradores culturales, investigadores, animadores, programadores y planificadores, para garantizar la óptima prestación de este servicio público. Para ello, es necesario tener una política cultural definida, que cubra los aspectos de promoción, estímulo y sostenimiento de la formación de los recursos humanos en este campo. C.S.