Gerencia de recursos humanos con equidad de género en la administración pública de Nicaragua

Abstract

Abordar el tema de la Reforma y Modernización del Estado, de cara al desarrollo integral de la sociedad, implica tratar el de la Reforma del Servicio Civil, ya que todo proceso de cambio en las organizaciones, requiere tomar en consideración el recurso humano con que cuentan, éste constituye el más importante, para hacer no sólo posible, sino efectivos, los cambios que se impulsan.

Con esta visión, el Programa de Reforma y Modernización del Sector Público de Nicaragua, incluyó como uno de sus componentes, la Reforma del Servicio Civil, ya que su objetivo fundamental, no se logra solamente con cambios en los aspectos formales de las instituciones, sino también, en aspectos como la cultura, los valores y los estilos de trabajo, que tienen repercusiones en la eficacia del funcionamiento de la Administración del Estado y en la prestación de servicios de calidad que contribuyan al bienestar y progreso de la población.

La inclusión de este tema en la agenda nicaragüense ha evidenciado que existe consenso entre diferentes sectores de la Administración del Estado y de la Sociedad Civil, sobre la necesidad de implantar un Régimen del Servicio Civil, basado en el principio del mérito y representa uno de los grandes desafíos para regular las relaciones entre los y las servidoras públicas y la Administración del Estado.

Actualmente existen fuertes cuestionamiento de la capacidad del Estado y su personal para responder a las demandas de la población. El problema no es solamente de carácter técnico o económico, sino social y político. Se requiere modificar el contexto en que el personal se desempeña, de modo que la desmotivación generada por la crisis de legitimidad del Estado, sea sustituida por el orgullo de ser servidores públicos, comprometidos con el cambio social que el país necesita.

En este contexto de búsqueda y mejoramiento de la calidad en la gestión pública y sus resultados, la gerencia de recursos humanos, adquiere especial relevancia y es cada vez más una función estratégica de la dirigencia, apoyada en personal especializado, orientada a captar, retener y desarrollar el personal de calidad que requieren las instituciones para su accionar exitoso y su permanente adaptación a un medio cambiante y exigente.

Una política efectiva de recursos humanos, es aquella que utiliza todos los medios disponibles para asegurar su aprovechamiento óptimo, empleando al máximo las capacidades y conocimientos de su personal. Avanzar hacia el mejoramiento de los servicios públicos, demanda del reconocimiento efectivo del personal de las instituciones como el recurso más importante, para alcanzar sus propósitos, mediante la promoción de la equidad de género que propicie el incremento de sus capacidades y de su motivación, así como el fortalecimiento de su nivel de compromiso con la misión institucional y su vocación de servicio a la ciudadanía.

Para que el Estado esté en capacidad de atender las desigualdades de género y optimizar adecuadamente las potencialidades de mujeres y hombres, las instituciones públicas tienen que desarrollar la capacidad de identificar estas diferencias y las implicaciones que tienen para el cumplimiento de sus misiones, el logro de sus objetivos y la satisfacción de las necesidades de la ciudadanía.