Globalización, descentralización y políticas públicas en Venezuela
Abstract
La globalización transforma profundamente las relaciones y estructuras políticas, sociales, económicas y culturales en todo el mundo y cada vez incide con mayor fuerza, en el desarrollo y subdesarrollo de los pueblos. Estos procesos han configurado una realidad en la cual se perfilan con mayor claridad rasgos como el de la interdependencia de la sociedad internacional, la crisis de la forma clásica del Estado-nación, la multiplicación de actores estatales y no estatales, la necesidad de integrarse a organizaciones políticas, económicas y sociales supranacionales y la de cooperar en la solución de los problemas que desbordan al Estado. Al mismo tiempo, estos complejos procesos han desatado una formidable tensión entre las fuerzas localistas y globalizadoras que mueven al mundo y han sumido al Estado en una crisis que no sólo trastoca sus fundamentos sino que desafía las categorías tradicionalmente usadas para comprenderlo. La descentralización, vista desde esta perspectiva, no es sino la dimensión local de un proceso que también tiene una cara global. En Venezuela el proceso descentralizador ha propiciado la implementación de una amplia gama de políticas, que, pese a contar con suficientes recursos económicos, no logran apuntalar la solución de los más urgentes problemas sociales del país. En este propósito, el Fondo Intergubernamental para la Descentralización (FIDES), se ha convertido en uno de los principales mecanismos de financiamiento de las inversiones que en el marco de la descentralización deben hacer estados y municipios en bien de sus comunidades. El asunto es que la inversión de los recursos del FIDES en la región andina, que comprende los Estados Mérida, Táchira y Trujillo, han producido unos muy modestos resultados, gracias, en gran parte, al bajo nivel técnico de gobernaciones y alcaldías.