Los condicionantes que se derivan de los procesos de reforma del Estado, de la administración pública y del sector salud a la nueva gestión hospitalaria
Resumen
En los países de la región de las Américas continúan evolucionando los procesos de modernización de los Estados y, como parte de ella, de reforma de la administración pública. El énfasis actual de la modernización del Estado está puesto en el redimensionamiento de las funciones esenciales del Estado, resaltando su papel de garante de los derechos ciudadanos, factor de cohesión social y en la articulación colectiva de la solidaridad. En las actuales propuestas de reforma del Estado destacan el fortalecimiento del poder regulador y de producción de políticas públicas y la desgubernamentalización de la producción de los bienes y servicios públicos. Se ha planteado la reorientación del Estado hacia las "funciones propias e indeclinables" promotoras de la cohesión social, facilitadoras de la participación ciudadana y reguladoras de la producción y distribución de los bienes y servicios de interés público. La propuesta de cambio no reside necesariamente en la reducción del aparato gubernamental, sino que debe concentrarse en una readecuación de la gestión pública para lograr que el Estado cumpla con transparencia, eficiencia y eficacia los papeles y responsabilidades que debe y no puede dejar de cumplir, en especial aquellos que inciden en la productividad y la equidad. El enfoque adoptado se centra en el desarrollo de la capacidad de gestión de las políticas públicas, que privilegia la consideración de las formas participativas y medios democráticos para diseño, ejecución y evaluación de conjuntos significativos de orientaciones de procesos reguladores y productivos sobre temas específicos. En los procesos de reforma sectorial, las políticas en cuanto a organización del sistema de salud y a la provisión de servicios están apuntando hacia la separación de las funciones; al establecimiento de esquemas de universalización de la protección social en salud que incluye mecanismos de seguridad social y seguros privados; a la contratación de servicios bajo diferentes modalidades a proveedores del sector privado; a impulsar los procesos de descentralización y de participación social; y, por último, a incorporar progresivamente los conceptos de atención gerenciada y de autogestión de los hospitales. En el actual contexto de transformaciones del Estado y de la gestión pública, y de las reformas del sector salud, resaltan las grandes tendencias enunciadas que determinan cambios sustantivos en la conceptualización, valoración y práctica de la gestión pública de los hospitales, como empresa social. En dicho contexto, la propuesta de renovación de la gestión pública de los hospitales como empresa social es plenamente compatible con la definición del nuevo papel del Estado, y debe incorporar los principios y los métodos de una gerencia pública social. En resumen, los requerimientos generales del desarrollo de la salud, las características del Estado moderno y los desafíos emergentes de la transformación de la gestión estatal y de la salud, han configurado una situación que demanda y condiciona la redefinición y el desarrollo de la gestión pública de los hospitales bajo un nuevo marco de referencia.