La cárcel : un sistema de corrupción estructurado en torno a la carencialidad

View/ Open
Date
2001-11Author
Lafleur, Alejandro Marcelo
Jabbaz, Marcela
Isuani, Fernando
Metadata
Show full item recordAbstract
El presente trabajo se compone, básicamente, de dos partes: en la primera, se desarrolla la descripción de la estructura de poder de lo que denominamos el sector oficial (constituido por los oficiales y suboficiales del servicio penitenciario), basada en un control corporativo de pares y en la lógica de las "camadas" (cohortes egresadas de las escuelas penitenciarias) y en la segunda, se realiza un análisis de la estructura informal de poder del grupo de internos y la identificación del sistema de acción concreto (Crozier y Friedberg, 1990) o alianza dominante tejida entre miembros de cada uno de los grupos antagónicos (sector oficial e internos). Alrededor de esta alianza se posicionan el resto de los actores que conviven en el encierro. Naturalmente, el análisis de ambas dimensiones ha incluido una perspectiva cultural ya que la interacción social no puede ser comprendida sin el análisis de las normas, valores y creencias que conforman la cultura organizacional. Así se han detectado presunciones que favorecen el desarrollo de una "moral de frontera" que legitima el uso de medios informales en el interior de la organización que le permita asegurar su supervivencia. Siguiendo a Weber (1996) podemos decir que se trata de una legitimidad basada en la tradición, es decir, en la naturalización de las experiencias que han resultado válidas para los miembros de la organización. Sostenemos la hipótesis según la cual la carencialidad, en parte creada, de los grupos subordinados (suboficiales e internos) resulta el mecanismo principal de sujeción al orden instituido de las personas en esta organización. El problema de carencialidad se expresa, entre otros modos, en la precariedad de la infraestructura edilicia y la carencia de elementos de primera necesidad (alimentación, salud, etc.) y de derechos que conforman la condición social del detenido. Como señala Goffman, "en la institución total los privilegios no equivalen a prerrogativas, franquicias o valores, sino simplemente a la presencia de privaciones que en la vida civil nadie presume tener que soportar". Estas privaciones se transforman en un recurso en manos de miembros del sector oficial y del grupo de detenidos, que conforman una alianza dominante que permite la manipulación de esas necesidades sobre la base de un sistema de corrupción institucionalizado.