El federalismo mexicano en el contexto de la transición
Abstract
Hoy en día México experimenta una profunda transformación como resultado de la transición democrática a la cual está sujeto, lo cierto es que dicha transformación no sólo abarca aspectos político - democráticos intrínsecos, sino también económicos, sociales y estructurales, los cuales requieren de un verdadero cambio. Bajo éste contexto, el "federalismo mexicano" como sistema organizativo del estado no escapa a éste proceso, ya que requiere articular verdaderamente su funcionalidad operacional, misma que como sabemos jamás ha tenido. Si bien es cierto desde inicios del sexenio del Dr. Ernesto Zedillo Ponce de León el replanteamiento del federalismo ha sido retomado como la bandera de la reorganización del estado mexicano, sin embargo, éste dista mucho de haberse concretizado, ya que el mal llamado "nuevo federalismo" impulsado por el gobierno zedillista desde su programa nacional de desarrollo (PND), carecería de acuerdos democráticos entre los diversos actores políticos, además de patentizar diversas fallas de origen, mismas que al parecer se podrían estar reproduciendo en la actual administración foxista, ya que ésta administración al igual que la anterior sustentan el eje de la reestructuración federalista en la "descentralización", y en el "federalismo fiscal", dejando de lado una verdadera reasunción competencial sustentada en el principio exegético de la "subsidiariedad", la cual consideramos que sí conllevaría a un verdadero equilibrio sistémico. Por tanto, la problemática que se patentiza para reestructurar el sistema organizativo del estado mexicano en el ámbito de la transición que hoy experimenta, no sólo es de transformar estructuras, sino también actuaciones, toda vez que desde su origen el "federalismo mexicano" no ha sido más que un sistema centralista disfrazado en su estructura de federalista, no siendo, por tanto, más que un "cuasi - federalismo disfuncional", situación que desgraciadamente poco ha cambiado y menos cambiará con una visión tan limitada. Hoy México se enfrenta ante dicha disyuntiva, maquillarlo como hasta ahora, o transformarlo realmente para que en realidad genere la unidad del país y mantenga simultáneamente la diversidad sobre la base de la "no-centralización", lo que dicho en otras palabras vendría a significar la implantación de un "autogobierno más gobierno compartido", y no sólo como descentralización, si no como la legítima difusión del poder en diversos centros, sin que pueda darse válida concentración sin romper el equilibrio normativo buscado. En dicha ponencia intentaremos describir detenidamente la problemática, y así mismo intentaremos dibujar unas línea de solución.