Un enfoque cúbico de ordenamiento territorial
Abstract
Usando como trasfondo la experiencia boliviana de reforma territorial que arrancara en 1994, el presente artículo aprovecha el agotamiento visible del llamado "modelo boliviano de descentralización" de corte municipalista, para presentar tanto una técnica general de reingeniería territorial aplicable a distintas realidades, cuanto una precisión necesaria y concomitante de la categoría del "orden territorial". El ensayo entonces tiene dos grandes preocupaciones. En la primera, el punto de partida para la presentación de la técnica es la conceptualización del ámbito estatal, donde se producen los flujos interterritoriales, como un espacio tridimensional. Este acceso al problema desemboca en visualizar un "cubo competencial" que, desde tres flancos, es "cortado" a fin de representar, respectivamente, la dimensión territorial, luego, aquella material o de competencias propiamente dichas, y finalmente, la dimensión formal o de facultades. Una de las ventajas del enfoque cúbico radica en facilitar procesos de monitoreo del sistema de relaciones interterritoriales de un Estado, al posibilitar la factorización de los subsistemas, cada uno a su vez tridimensiomal, que constituyen la matriz de distribución competencial. Por otro lado, posibilita que de este esquema se descuelguen fichas de inventario, problematización y solución, a fin de remodelar técnicamente procesos de reasignación competencial en un país cualquiera. Para ejemplificar mejor estas ideas, se hace una aplicación demostrativa para el caso real del sector salud en Bolivia, y al final, se ofrece un balance de ventajas y desventajas del método sugerido. La segunda gran preocupación del texto está referida a proponer una revisada batería de conceptos, también de "triple entrada", para entender mejor la categoría del orden territorial. Se inicia esta parte ubicando la cuestión de la "matriz de distribución competencial" -que es donde desemboca el enfoque del cubo- al lado de los dos restantes bloques conceptuales que informan todo orden territorial: la dimensión geográfico-estatal y la dimensión político-institucional. Con estas explicaciones, se descubre que el acto de revisión y optimización de un sistema de relaciones interterritoriales va mucho más allá del crucial aspecto de la matriz de distribución competencial abordada en la figura del cubo. Se vincula, por ejemplo, a definiciones geográficas y de legitimación política, y en especial, a elementos de cualificación global de un Estado en términos territoriales.