El servicio civil de carrera en Chile
Resumo
El servicio civil de carrera está diseñado para contar con personal capacitado en el Estado, que tenga estabilidad laboral y que no esté sometido al arbitrio de los gobiernos de turno. En nuestra opinión, es un sistema adecuado que no se contradice con el nuevo rol del Estado en el milenio que se inicia. Sin embargo, hay que corregir algunos elementos que eventualmente podrían estar en contradicción con la corriente denominada, nueva gestión pública que, entre otras materias, busca otorgar mayor discrecionalidad a los directivos o gerentes públicos. ¿Cómo se compatibiliza esta mayor discrecionalidad de los directivos públicos si es que cuentan con personal administrativo que goza de estabilidad y, en algunos casos, con verdadera inamovilidad? La respuesta que intentaremos es consistente con el mantenimiento de un régimen estatutario y de carrera administrativa. Los funcionarios públicos chilenos están regidos por un sistema estatutario que regula el ingreso, la promoción y el egreso de las distintas reparticiones del Estado. En consideración al actual funcionamiento de la ley y sobre la base de la experiencia cotidiana es que formulamos dos temas a discutir: 1) En Chile en verdad la carrera administrativa es prácticamente inexistente dada la posibilidad de contratación de personal por los sistemas denominados a contrata y a honorarios. Aquello produce a los menos dos efectos, una mayor cantidad de recursos que debe destinar el Estado a personal y una especie de desmotivación por parte de aquellos funcionarios que intentan desarrollar una carrera funcionaria. 2) El sistema estatutario debe permitir la participación de los funcionarios en negociaciones colectivas. En Chile es ilegal para los funcionarios públicos participar en un sindicato y declararse en huelga. En la actualidad se producen negociaciones informales en las que se intenta lograr un mayor reajuste del salario público, y existen movilizaciones en donde se paraliza el trabajo (lo que equivale a una huelga). En consecuencia, hay que regular esta situación para darle un cauce institucional. Esbozamos dos salidas a los problemas propuestos, por una parte, una carrera administrativa que pone mayor énfasis en el concurso que en el ascenso para subir de grado, aquello permitiría romper con la desmotivación que actualmente existe con el personal que intenta desarrollar una carrera; y por otra parte, una regulación de la negociación colectiva en el sector público chileno, que posibilite la participación legal de los funcionarios públicos en el reajuste de sus remuneraciones. Las soluciones propuestas, implican hacer coincidir el paradigma burocrático weberiano con el paradigma de la nueva gestión pública y la corriente que se ha denominado laboralización del derecho administrativo. El desafío consiste en contar con una adecuada intersección de principios y no generar una amalgama imposible de interpretar.