La función pública en la República Argentina : impresiones de una historia reciente de avances y retrocesos : el caso del Cuerpo de Administradores Gubernamentales
Abstract
La tradición europea occidental y norteamericana en materia de función pública exhibe una evolución que comporta un importante grado de estabilidad y aceptación social ante la vigencia de criterios racionales para el acceso y la permanencia en la carrera administrativa, así como una apropiada diferenciación entre los estamentos políticos y los técnicos que devienen de experiencias que, en algunos casos, se remontan al siglo XIX. En cambio la experiencia argentina exhibe escasos antecedentes a lo largo de su historia en materia de carrera administrativa, que pudieran ser comparables respecto de aquel paradigma. En el trabajo se hace una recorrida por los pasos que se han dado a nivel de políticas de función pública tras el advenimiento de la democracia definitivamente recuperada en 1983, evidenciándose comportamientos que marcan avances y retrocesos junto a una manifiesta imposibilidad de construir políticas de largo plazo que surjan de un consenso social establecido por las fuerzas políticas intervinientes. En ese sentido, se destaca especialmente la situación del Cuerpo de Administradores Gubernamentales, el cual fue concebido para formar funcionarios capacitados cuyo accionar trascendiera una coyuntura política determinada, resaltándose que sus primeros integrantes comenzaron a desempeñarse en el aparato público en el año 1988, y evaluando preliminarmente su accionar dentro del contexto de las macro políticas de función pública que imperaron en los sucesivos periodos presidenciales. Se recoge que durante el mandato del presidente Alfonsín (1983-1989), se hicieron importantes esfuerzos de índole cualitativa en lo atinente a la función pública, entre los que se adscribe la creación del Cuerpo de Administradores Gubernamentales sin abordarse, empero, la problemática de la función pública en forma sistémica. Inversamente, durante el prolongado mandato del presidente Menem (1989-1999), se puso un mayor acento en la construcción de un sistema nacional de profesionalización de la carrera administrativa, en el contexto de una profunda reestructuración del aparato estatal a nivel nacional con probablemente un menor esfuerzo en lo cualitativo, y siempre sin que los referidos enfoques correspondieran a acuerdos políticos de carácter global. Finalmente, se plantea la expectativa de la necesidad que durante el mandato del actual gobierno encabezado por el presidente De la Rúa, se contribuya a la generación de una política de Estado en materia de función pública, rescatándose lo mejor de las experiencias previas y tendiéndose a una mayor profesionalización que apunte, no sólo a tornar más eficiente el accionar del Estado sino a evitar prácticas corruptas. En este orden, se visualiza en la agenda pública que, tras la consolidación de cuestiones inherentes a los planos político y económico, se plantea un escenario de desafíos sustantivos que se están concentrando, prioritariamente, en la atención de la problemática social.