Los partidos políticos en México ante la profesionalización del servicio público : un asunto de ética pública

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Data
2000-10Autor
Cisneros Luján, Angélica Ivonne
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La ponencia que se presenta, intenta provocar la reflexión acerca de lo poco prioritario que hasta hoy ha sido para los principales partidos políticos de México, la introducción del tema de la profesionalización de la administración pública en la agenda de la reforma de estado y del como esto se relaciona con un asunto de ética pública, en la medida en que un compromiso de esta naturaleza, implica una clara voluntad política para dejar atrás las prácticas de utilización de los cargos públicos como pago del apoyo recibido en las campañas electorales o como instrumento para preservar y acrecentar su influencia y su poder. En esta lógica el análisis de la congruencia entre el decir y el actuar de los Partidos Políticos constituye uno de los aspectos medulares de este trabajo Es así como a la luz del análisis de las propuestas partidarias respecto a la profesionalización de la administración pública se observa una clara coincidencia respecto a que el servicio civil de carrera conforma una estrategia prioritaria para poder construir administraciones modernas, flexibles y que den respuestas ágiles a los problemas y exigencias de la ciudadanía, y reconocen por lo tanto, que las administraciones no profesionalizadas favorecen de manera importante, la ineficiencia y la corrupción y obstaculizan el proceso de transición democrática, al propiciar la conformación de élites burocráticas que están mas preocupados por defender sus intereses de grupo que por insertarse de manera activa y propositiva al proceso de reforma del estado. Sin embargo, la práctica política no siempre encuentra una correspondencia con ese discurso aparentemente coincidente y aún deja muchas lagunas por resolver, como por ejemplo: ¿Por qué el tema solo se retoma en momentos de campañas políticas y no vuelve a ser introducido en la agenda de la reforma del Estado?, ¿Por qué no prosperan las efímeras iniciativas de ley que se presentan al respecto o en el mejor de los casos, prosperan de manera muy limitada como lo ha sido la recientemente aprobada ley de servicio público del gobierno del Distrito Federal, la cuál solo es aplicable a un número reducido de empleados de confianza? ¿Por qué no hay distinciones sustanciales entre los tres principales partidos de México respecto a la práctica de designaciones discrecionales, pago de favores y amiguismo cuándo asumen un cargo público? Para una ciudadanía más participativa e informada como ha tendido a ser la mexicana en la última década, es cada vez más claro, el importante rol que juegan los Partidos Políticos en los asuntos de ética pública, al conformar una de las principales instituciones formadoras de los cuadros que pueden estar en condiciones influir o conducir la vida pública del país ya sea a través de sus acciones legislativas o ejecutivas. Por ello, la sensibilidad e indignación de la población respecto de que, al margen de las declaraciones y promesas públicas, la práctica política, a pesar de sus diferentes matices, continua concibiendo a la administración pública como un botín y como un medio de enriquecimiento a través de la utilización indebida de los recursos y cargos públicos, y no, como un espacio de servicio a la colectividad que coadyuve a fortalecer las tareas sociales del estado, y que en consecuencia tienda a dignificar al servidor público.