Evolución de las políticas públicas de protección social en salud
Resumen
En la Reunión de Alma Ata, que fijó la meta Salud para Todos en el año 2000, se establecieron entre los indicadores mínimos a alcanzar por los países de América: el aumento a 70 años de la esperanza de vida; la reducción de la mortalidad infantil a 2,4 por mil nacidos vivos; la extensión del acceso a agua potable y desechos higiénicos, y el acceso a servicios de salud del 100% de la población. Sin embargo, el desarrollo político-social no resultó suficiente, ya que las inequidades aumentaron y más del 20% de la población de las Américas carece hoy de acceso a la protección social en salud. En la Región el desarrollo de las políticas de salud está contextualizado en la apertura económica, la consolidación democrática y el ajuste estructural del Estado que influyeron para mejorar el acceso y la protección social de los excluidos. Se planteó la necesidad de alcanzar más equidad y eficiencia en la utilización de los recursos, dirigiendo la atención a los grupos más vulnerables y a la resolución de problemas prioritarios. Son importantes los progresos alcanzados durante la última década con estas políticas, fundamentalmente en el aspecto normativo o teórico, ya que los sistemas de salud de toda la región sin excepción, implícita o explícitamente reconocen el derecho a la salud al 100% de la población y por ende, su carácter universal. No obstante, las reformas operadas en este sentido no siempre han logrado en la práctica dar cobertura de salud a todos los habitantes. Las estrategias para la ampliación de la provisión de servicios de salud a grupos sociales sin acceso o con acceso limitado (vale decir, sin cobertura real) se concentraron en muchos casos en los modelos de financiamiento y organización del sistema, relegando los objetivos de mayor acceso y calidad de las prestaciones. El aseguramiento ha resultado una herramienta de impacto en la reducción de la brecha entre cobertura teórica y real. Las causas de la brecha entre cobertura real (práctica) y teórica (política) pueden clasificarse en endógenas y exógenas. Las causas endógenas al sistema: modelos de atención de salud y su correlación con el tipo de cobertura que brinda. En relación a las causas endógenas enunciadas, se observa que los países con mayor articulación y coordinación de la oferta alcanzan los más altos niveles de cobertura, aún con bajos niveles de gasto en salud. Las causas exógenas son ampliamente conocidas y sólo se enuncian brevemente: i) causas macroeconómicas (pobreza, desempleo, subempleo, trabajo informal, desigual distribución del ingreso, déficits fiscales, etc.); ii) causas políticas (los efectos negativos de la reforma del Estado, la discontinuidad política); iii) causas culturales (diferencias étnicas, analfabetismo, etc.); iv) causas sociales (diferencias de género, de edad, y otras), v) causas epidemiológicas; y vi) causas naturales y geográficas.