dc.description.abstract | La reforma constitucional en materia de derechos humanos, publicada en el Diario Oficial de la Federación del 10 de junio de 2011, ofrece referentes importantes, los cuales pueden cambiar de manera profunda la forma de concebir, interpretar y aplicar tales derechos en México. Sin duda, ésta es una reforma cuya profundidad toca los pilares fundamentales del sistema político mexicano, equiparable a la apertura democrática de 1977. Frente a este sustantivo acontecimiento, surge una serie de inquietudes: ¿cómo es que se va conformando este nuevo rediseño institucional?, ¿qué actores estuvieron involucrados en tal variación?, y principalmente, ¿qué implicaciones ha tenido este proceso particular, en las transformaciones más generales del sistema político en México? En primer lugar, es necesario dejar constancia que esta reforma es resultado de un proceso prolongado y arduo, que inicia al menos en 1991, y 20 años después cristaliza en un nuevo diseño institucional explícito, plural, emergente que coloca-tardíamente- a México dentro de una dinámica global, donde los derechos humanos se erigen como el instrumento por excelencia de control y límite del poder político, sin eliminar del todo, elementos propios de otros tipos de interacciones. | |