dc.description.abstract | Los mandos de la administración pública están sometidos a revisiones, reportes y auditorías. Muchas de estas actividades pretenden, por un lado controlar bajo la perspectiva de la vigilancia; y por otra parte, servir como un instrumento que muestre el manejo adecuado de la gestión pública. En este trabajo se postula que la prevención y una incorporación amplia de la ética en la actuación servirá mejor que los mecanismos antes mencionados. Se manejarían entonces diversos mecanismos, como la exigencia desde la incorporación de funcionarios y servidores públicos de probado comportamiento social, con los valores que se exige una responsabilidad como la asignada. De igual forma, el establecimiento de políticas como la regla de la exposición, que mostraría el actuar, tanto positivo como negativo de los servidores públicos. Se manejarían principios que se evaluarían a lo largo de toda la administración, como la tolerancia, la honradez, la solidaridad, la fraternidad, respeto, entre otros. Estos principios deberán estar siempre en boga, y bajo sistemas de escrutinio público, donde se reconozca el respeto a los mismos y las fallas en ello. Por otra parte, se propone manejar mecanismos de socialización de los criterios de actuación, bajo discusiones amplias que permitan entender el por qué se orientó la política pública en el sentido decidido por el directivo público. Finalmente, los reportes e informes, deberán ser manejados bajo explicaciones amplias de los criterios y juicios considerados para los éxitos o fracasos obtenidos. | |