dc.description.abstract | En el siglo XXI, el crecimiento, el valor económico y la diferenciación competitiva de las ciudades cada vez va a depender mas de las personas que habitan en ellas, en su creatividad y conocimiento, así como la capacidad de la economía para crear y absorber la innovación. Para competir en este nuevo entorno económico, será necesario que las ciudades estén preparadas a implementar tecnologías avanzadas de la información, con altas capacidades analíticas, pero a su vez, deberán desarrollar un enfoque de servicios centrado en el ciudadano. Tres factores interconectados pondrán aún más énfasis en el papel que las ciudades juegan en el desarrollo económico: a) el mundo se encuentra en un nivel sin precedentes de urbanización; b) las ciudades contienen una parte cada vez mayor de la población mundial con mano de obra altamente calificada, educada, con capacidades creativas y emprendedora, dando lugar a redes altamente concentradas y diversas de conocimiento y generación del mismo; c) las ciudades están preparadas a apoyar a empresas y redes de inversión para crear economías de escala, absorbiendo y extendiendo los esfuerzos de innovación. Pero, ¿cómo poner en marcha esta transformación en la forma mas rentable y productiva? Transporte, seguridad pública, servicios al ciudadano, con un fuerte énfasis en la educación y la formación profesional y salud, serán los ámbitos más relevantes, sin dejar de tener en cuenta servicios con foco en energía, el agua y el medio ambiente, la sustentabilidad, la planificación urbana y la arquitectura. | |