La participación social en la vida universitaria: inscripciones subjetivas y prácticas políticas

Abstract

Este trabajo es fruto de las diferentes producciones, debates y publicaciones realizados en los diferentes proyectos de investigación en la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Entre Ríos del que formo parte. Para la presentación en este Congreso selecciono tres nudos centrales para comentar con ustedes, las mismas aluden:

1.- Las prácticas sociales de los diferentes actores de la vida universitaria en la construcción del gobierno democrático de la misma. La tensión que se establece entre la macro política universitaria nacional y regional y la política local y disciplinar en cuanto a contradicciones y paradojas que establecen.

2.- El estudio en el campo de las Ciencias Sociales en el que se intenta advertir tanto las huellas y rastros de las prácticas como los nuevos escenarios a partir de los 90 en la República Argentina.

3.- Y por ultimo el lugar /espacio de los docentes y los horizontes políticos de las prácticas académicas, de investigación y sociales y la participación política en la Universidad

La relación sujeto-universidad y la construcción de políticas en las que los sujetos definen acciones y futuro, presenta múltiples aspectos en juego en una realidad que se presenta en toda su complejidad a la hora de realizar un análisis crítico. El desafío que asumimos es el de la posibilidad de focalizar hitos que condensan prácticas y políticas y evitan simplificaciones.

Las reflexiones sobre la participación política en la universidad presenta paradojas interesantes de transitar. De los cuerpos colegiados a los órganos de gobierno; de cómo en la distribución del conocimiento y los análisis que las coyunturas posibilitan se juegan las prácticas académicas en la universidad.

Boaventura de Souza Santos (1994) identifica tres crisis a las que debe enfrentase la universidad, centrando su análisis en las universidades públicas. Plantea que la primera crisis, de hegemonía, es resultante de las contradicciones entre las funciones tradicionales de la universidad y las que le fueron asignadas a lo largo del siglo XX, es decir que por un lado, estaba la producción de la alta cultura, el pensamiento crítico, científico y humanista, necesarios para la formación de las élites.

Y por otro lado, la producción de estándares culturales medios y conocimientos instrumentales, útiles para la formación de una mano de obra calificada exigida por el desarrollo capitalista. La universidad en muchas ocasiones se presenta incapaz de desempeñar adecuadamente estas funciones contradictorias, llevando al Estado y a los agentes económicos a buscar medios alternativos para lograr esos objetivos.

Por otra parte lo indeterminado, lo que permite la construcción de las historias, es lo que posibilita pensar que los procesos históricos nunca están totalmente resueltos, que son justamente estos los que intentamos tornar visibles para que puedan ser analizados, tomados en cuenta y ser referencia.