Una mirada a los desafíos del milenio y a la contribución de los organismos de financiamiento internacional, considerando la estrategia de país definidos para una muestra de países

Abstract

Esta ponencia constituye el marco de referencia del panel, considerando como enfoque de análisis, la existencia de organismos de diferente naturaleza, que incluyen en sus objetivos la asistencia técnica y financiera para el logro de objetivos de desarrollo.

La necesidad de las personas de un nivel de vida adecuado que les asegure salud y bienestar fue reconocida formalmente desde 1948 por los estados miembros de las Naciones Unidas con la Declaración Universal de Derechos Humanos y más recientemente con la Declaración de los Objetivos de Desarrollo del Milenio traducidos en 21 metas con plazo para lograrlo el año 2015, para lo cual se han destinado ingentes cantidades de recursos económicos por parte de los organismos cooperantes aunque Informes de Naciones Unidas señalan que no se ha logrado avanzar lo suficiente para alcanzar las metas establecidas.

La coherencia de los esfuerzos aplicados entre cooperantes y receptores sigue siendo una asignatura pendiente, desde la definición de las estrategias enunciadas por los estados y las aplicadas en el diseño de los proyectos de cooperación, hasta la pertinencia de los sistemas de monitoreo y evaluación que permitan proporcionar las lecciones aprendidas sobre la ejecución de los programas financiados con recursos provenientes de organismos internacionales.

Una consecuencia evidente es que persiste una gran desigualdad de la distribución de la riqueza principalmente en los países subdesarrollados. A nivel de la Región se mantienen los contrastes sociales ilustrado por la concentración de riqueza y los elevados porcentajes de pobreza, factor que a su vez crea expectativas acerca de la capacidad de los gobiernos para impulsar el desarrollo económico en un ambiente de democracia, cuando esta responde a fines distintos al logro del bien común.

De nuevo, la adecuada preparación de los proyectos comienza con la Estrategia de País fundamentada en una clara visión del futuro, por ello, si queremos dejar atrás la pobreza y el subdesarrollo, debe reflexionarse en la importancia de invertir en la investigación y el desarrollo en las áreas que tenemos vocación agrícola, en las áreas donde existen recursos energéticos y minerales, en las áreas en las que el talento humano solo espera ser objeto de un efectivo desarrollo de manera que en conjunto se trascienda a las administraciones actuales y configurar estrategias conjuntas para que los recursos destinados a ello no sean considerados como obras altruistas de los organismos cooperantes sino que se transformen en una inversión detonante de beneficios que consoliden la democracia de los países, impulsen su crecimiento y coadyuven a rediseñar el concepto de economía global, de manera que continúe generando riqueza y se actúe en beneficio principalmente, en áreas y grupos rezagados.

El logro de los objetivos del milenio es posible solo cuando se otorguen las mismas oportunidades de educación de calidad y de salud a los marginados de siempre. No es una dádiva, es un derecho.