La gestión por desempeño y la palanca del presupuesto informado en resultados: lecciones de la experiencia internacional

Abstract

Si bien la utilidad de contar con indicadores de desempeño para los gobiernos es indiscutible, su incorporación eficaz en el ámbito público conlleva una serie de desafíos que es preciso tener en cuenta. En particular, los países latinoamericanos presentan contextos institucionales particulares que deben ser considerados al plantear aspectos como la utilización de los indicadores de desempeño, su vinculación con el presupuesto y la generación de incentivos de utilización de la información por parte de los actores involucrados.

Con respecto al diseño y utilización de los indicadores, si bien el objetivo último de estos para los Gobiernos es responder a preguntas sobre el impacto (outcome) de los programas y políticas desarrolladas, es conveniente que estos se asienten sobre bases sólidas de información sobre productos (outputs). Son estos últimos los que permiten una relación más estrecha entre metas y responsabilidades, y la vinculación de los indicadores con los programas incluidos en el presupuesto. Con respecto a los incentivos, un instrumento difundido son los acuerdos de desempeño a niveles gerenciales. En Latinoamérica, la experiencia muestra que es preferible que estos acuerdos sirvan como marco de referencia para la negociación de metas y la evaluación de desempeño, sin alcanzar modelos excesivamente rígidos en su aplicación. Por su parte, la modalidad en que los indicadores de desempeño se relacionan con las asignaciones al presupuesto, también debería contener cierta flexibilidad, siendo uno entre varios de los insumos para la formulación y evaluación del presupuesto.

Algunos riesgos a prevenir al implementar sistemas de información de desempeño se relacionan con la generación de una sobrecarga de información, la implementación de sistemas de indicadores sin adecuada consideración de los costos de la información, la baja utilización de la información y problemas de asimetría de la información En este sentido, la experiencia indica que conviene privilegiar enfoques graduales, no excesivamente rígidos y con cierto nivel de centralización en una agencia que cuente con las capacidades necesarias para su implementación. Adicionalmente es importante que los actores involucrados conozcan el alcance de las distintas categorías de indicadores de gestión e instrumentos de evaluación, con su potencial y limitaciones.

La implementación de los modelos de gestión basada en resultados se encuentra en constante cambio y adaptación en base al aprendizaje, incluso en los países más avanzados en la implementación de los mismos. Sin embargo en la medida en que los requerimientos de los Gobiernos por contar con mayor y mejor información sobre los logros obtenidos en relación a los recursos asignados se incrementan, la demanda por desarrollar infraestructuras de gestión pública que permitan generar y utilizar esta información, se incrementa a la par.