El territorio, un actor en los procesos de análisis e intervención en áreas urbanas con población excluida

Abstract

La lectura de la variación absoluta de hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) en el ciclo intercensal 2001-1991 muestra valores estacionados o negativos.

Una interpretación apresurada marcaría un supuesto retraimiento de la tendencia constante e incrementada período tras período. Sin embargo una lectura cualitativa permite comprender que los procesos de distribución de la población y por lo tanto las demandas insatisfechas de vivienda, infraestructura y servicios, han experimentado transformaciones tan sustanciales como impactantes en los patrones de organización urbana durante la década 1990-2001 que se definen como un doble enquistamiento de las áreas con población excluida. El primero vinculado a la nueva pobreza en áreas centrales y el segundo hacia el interior y más recóndito de los fragmentos periféricos.

Estas transformaciones tienen como base situaciones que ponen en juego el rol de un actor que es parte del conflicto urbano: el territorio.

Frente a estos procesos se propone superar las operaciones "discriminatorias" hacia esas áreas y enmarcar las acciones en una concepción en el que los distintos niveles de actuación deben ser apreciados dentro de un sistema integral para racionalizar las obras y servicios en la ciudad.

El proceso técnico-político participativo que guía las acciones para el logro de estos objetivos se enmarca y a la vez redefine los trazos gruesos de un plan urbano, concebido desde la impronta de nuevos instrumentos de gestión. En este sentido se propone implementar prácticas orientadas al logro de transformaciones estructurales definiendo un conjunto de acciones fundantes y de programas que establezcan sus objetivos en términos integrales.

Cada programa define un conjunto de proyectos que, a su vez, están doblemente relacionados. En un sentido, dando pie a la implementación de los ya mencionados planes integrales (donde la impronta no es solamente urbanística) y en el otro aportando a establecer planes de zona (como los ambientales, etc.).

Un plan urbano, así concebido se funda entonces en una real condición política, en tanto se formula como idea de la ciudad y de su necesaria transformación, siendo menos específico en las definiciones funcionales y morfológicas de detalle, pero más intencionado respecto al cuadro base de interacción y oportunidad de las políticas referidas al presente y al futuro urbano.

El caso que se presenta define una política estratégica de oferta turística enfrentando conjuntamente el problema de las áreas urbanas con población excluida, no solo con acciones paliativas vinculadas a su optimización, sino incluidas en la agenda pública a partir de gestos integrales.