La formación de nuevo capital en las empresas

Abstract

La formación de capital hoy en día no depende tan solo de las condiciones materiales y de los procesos de acumulación de riqueza física o del acceso y usufructo de la tecnología. Las nuevas configuraciones de las formas sociales, políticas y económicas cada vez más está obligando a reconocer por la vía de los hechos que el conocimiento por si mismo tampoco es fuente de riqueza. Sin las interrelaciones en redes, sin la creación de capital social, lo cual exige el resguardo y la valoración de los signos vitales de las organizaciones y su dimensión antropológica, no ya como una acumulación de gente sino como encuentro de personas portadoras de una historia y una multiplicidad de talentos y vivencias, no habrá producción de capital intelectual.

Generar capital social demanda la creación de una plataforma orgánica en la cual se integran el aprendizaje y el conocimiento como elementos constituyentes y a la vez reproductores de los bienes y beneficios generados por dichas empresas. Para la empresa, la licencia en el desarrollo de estas nuevas formas de capital (humano, relacional, estructural), constituirán cada vez más espacios para el incremento de demandas múltiples y diversas que trascienden los limites de la interacción como empresa comercial en el estricto sentido, a fin de integrarse de manera responsable al entorno y dejar de ser un elemento refractario.