La capacitación como factor de la modernización y de la calidad de las administraciones públicas

Abstract

La capacitación de los recursos humanos juega un papel esencial en todo proceso de cambio de las organizaciones. Sin unos recursos humanos decididos al cambio, motivados a la adaptación social del aparato administrativo, formados en el espíritu de una nueva cultura de procedimientos, organización y resultados, la modernización de las organizaciones sería imposible. Nos encontramos en un mundo que está sometido a un proceso de cambio y ante unas organizaciones públicas en continua transformación para adaptarse al entorno.

La evolución social se ha producido básicamente por: 1. Incesante proceso de innovación tecnológica; 2. Espectacular desarrollo de los sistemas de comunicación que facilitan un mayor nivel de información al ciudadano; 3. Progreso cultural como consecuencia del desarrollo de la tecnología y de las comunicaciones; 4. Profundización de los sistemas democráticos.

Este proceso de innovación ha hecho evolucionar los sistemas de producción de bienes y servicios .Los costes se han minimizado, los tiempos de los procesos se han reducido, los controles de calidad se han impuesto y la lucha por la captación del cliente se ha generalizado. Esto ha requerido la adaptación continua de los recursos humanos a las nuevas tecnologías y a los continuos cambios del entorno.

Y como consecuencia, una sociedad más exigente de la calidad y más competitiva por lo que han sobrevivido sólo las organizaciones mejor adaptadas al medio. El progreso cultural determina una mayor capacidad de análisis y de crítica a las ofertas que desde las organizaciones públicas o privadas llegan a la sociedad y por tanto conlleva una mayor capacidad de selección de los productos y servicios.

La profundización de los sistemas democráticos ha dado lugar a que los ciudadanos exijan al Estado la prestación de unos servicios con igual o superior calidad que la ofrecida por las organizaciones privadas. Debido a que el ciudadano ha tomado conciencia de su condición de contribuyente es por lo que cobra la dimensión de cliente y exige a los poderes públicos una contraprestación en servicios de calidad proporcional a su aportación personal y que no defraude sus expectativas.

Las administraciones no pueden permanecer al margen de los cambios que la dinámica social genera y debe adaptarse al cambio con imaginación y capacidad de innovación para satisfacer con eficacia y eficiencia las demandas sociales mediante unos servicios de calidad.

Entre los factores o estrategias para modernizar las administraciones públicas, hay que destacar: a) La formación de directivos; b) La incorporación de nuevas tecnologías; c) La creación de una nueva cultura administrativa; d) Desconcentración en la toma de decisiones.

Es necesario adecuar el régimen de personal a las tareas que tienen que desarrollar e incrementar constantemente la profesionalización a través de mecanismos adecuados como provisión de puestos, sistemas de carrera, retribuciones, etc.

El cambio se consigue a través del consenso y la participación de los recursos humanos en los procesos. El cambio se producirá cuando se generan mecanismos que inciden sobre las pautas de comportamiento y actitudes de los individuos hacia la innovación.