Los retos de la administración metropolitana
Abstract
Los sistemas metropolitanos constituyen uno de los temas que deberán concentrar la atención de los especialistas y estudiosos de América Latina durante los primeros años del nuevo milenio. Las tendencias demográficas y la concentración urbana de fin de siglo en los países de la región, así lo determinan. La importancia de profundizar el estudio se relaciona con el papel que juegan los sistemas metropolitanos en los procesos de desarrollo regional o nacional de cada país de Latinoamérica. Sin embargo, pese a que los sistemas metropolitanos son actualmente los motores del desarrollo nacional, dado que concentran población y generan empleos, a la vez son focos de extrema pobreza. Por ello, debemos entender que el crecimiento de las metrópolis latinoamericanas por sí sólo, no garantiza el desarrollo de los países, por lo que debemos procurar el desarrollo sustentable de nuestras ciudades. Es por esto, que se debe propiciar el ordenamiento territorial de las actividades económicas y de la población conforme a las potencialidades de las ciudades y de las regiones, determinando las prioridades para consolidar las zonas metropolitanas, promoviendo las relaciones intergubernamentales y la participación social, así como impulsar el crecimiento ordenado de las ciudades con mayor potencial de desarrollo, como la experiencia mexicana con las 100 ciudades más importantes del país. En este sentido, la administración metropolitana debe considerar dónde, sectorial y espacialmente, se generarán mayores efectos multiplicadores directos e indirectos por cada unidad de inversión y cómo serán difundidos en el sistema urbano. América Latina entra al nuevo milenio en un contexto mundial de globalización económica, a partir de nuevas reglas en los ámbitos monetario, comercial y de flujos de capital, que estimula la expansión y competitividad de las grandes empresas transnacionales. Esto conlleva tendencias básicas de una nueva geografía económica mundial: donde la formación de nuevas regiones industriales generan mayor concentración de los servicios especializados y de las funciones de investigación y desarrollo en las grandes ciudades. Así, las metrópolis que encabezan los espacios económicos más grandes tienden a constituirse en "ciudades globales", como nuevas formas de organización social, política, económica y financiera, en que deberán regirse las relaciones internacionales y los grandes retos del siglo XXl. De acuerdo a esta tendencia, podemos prever que para el próximo milenio, la economía y finanzas internacionales y regionales estarán determinadas en mayor medida por las grandes ciudades, más que por los propios países. En este sentido, un reto importante para las metrópolis latinoamericanas radica en sostener relaciones de equidad y complementación mutua con las ciudades globales de mayor desarrollo en el mundo, sin caer en esquemas de interdependencia asimétrica, que sólo condenarían al estancamiento y al desarrollo postergado. De acuerdo a las tendencias que observan las metrópolis latinoamericanas para el nuevo milenio, como en el caso de la ciudad de México por citar un ejemplo; administrar las zonas metropolitanas no sólo es un reto de gestión pública, sino esencialmente de impacto social, por lo que resulta prioritario privilegiar la planeación metropolitana intergubernamental, el reordenamiento urbano a las áreas marginadas, el ordenamiento sustentable de la metrópoli, la modernización de los sistemas de transporte y la renovación del sistema de seguridad pública.