Entre la ética, la transparencia, la negociación y la política
Abstract
Al hablar de transparencia y de acceso a la información gubernamental, es necesario incorporar el tema de la democracia, misma que otorga derechos y obligaciones a los ciudadanos, entre ellos el de recibir información y cuentas. La apertura de los gobiernos ha conllevado la identificación plena de manejos y acomodos que hacen los dirigentes públicos para responder a la problemática social, donde existen afectaciones y negociaciones, que no siempre son bien visualizados por los agentes sociales. Pueden identificarse, en este sentido, al menos cuatro tipos de grupos o actores sociales: los apáticos, que pueden ser considerados en algún momento para sumarlos a la causa; los erráticos, que son participativos, pero que en un análisis o juicio social, pueden ser considerados como fallando al sentido social que busca manejar la política pública; los opositores, aunque no necesariamente por convicción y los grupos estratégicos, cuya participación e involucramiento es fundamental para el éxito de las políticas públicas. El respeto inter-ciudadano es condición indispensable para el desarrollo de una cultura de la legalidad en donde todos nos veamos unos a otros como iguales, como ciudadanos sujetos de derechos y obligaciones, sin aspirar a privilegios o tratos preferentes. Los gobiernos pueden estar tentados a resolver la línea de actuación bajo una modalidad de manipulación, pero manejando un discurso de consulta, pluralidad y acomodo político. Los gobiernos prefieren, ante los costos de la imposición y el desgaste de la negociación, una manipulación que en ocasiones se defiende por el interés colectivo. En este sentido se proponen mecanismos de manejo que realmente acomoden a los actores en sus múltiples intereses, pero bajo un beneficio social, por arriba de los intereses particulares. Se parte de considerar, que desde el directivo público, tienen preferencias que condicionan y/o acomodan las vías de actuación, pero se establece como premisa, que aun en ello si buscarán alcanzar los fines sociales. La transparencia sería una condición básica para la participación social, que coadyuvará a la solución de problemas sociales. Hoy en día deben buscarse los apoyos de diversos agentes para tener éxito en la actuación pública. No puede esperarse una vinculación social con el gobierno, donde exista opacidad y manejos turbios. De ahí, que transparencia y ética de actuación van de la mano. Pero trabajar con los grupos sociales implica capacidad de diálogo y adecuadas negociaciones y concertaciones.