La participación ciudadana en la esfera local como superación del riesgo
Abstract
En la ciudad de Madrid es posible observar una dualidad social y económica entre los distritos que la conforman. En primer lugar, es posible hablar de los distritos del centro y norte de la ciudad (Salamanca, Centro, Retiro, Chamartín o Fuencarral-El Pardo), donde se concentran las principales zonas financieras y comerciales de la localidad y donde los indicadores sociales y económicos que recogen la generación de riqueza y la calidad de vida de la población, se encuentran en muchos casos por encima de la media española. En segundo lugar, es posible hablar de los distritos del sur o de la periferia (por ejemplo, Usera, Villaverde, Carabanchel y Latina) donde la prestación de los servicios y los principales indicadores socioeconómicos mantienen una importante brecha con respecto a la media de la ciudad. Por ello, en Madrid se está trabajando desde 2003 para configurar un ambicioso modelo participativo que pretende convertirse en un catalizador para la construcción de un modelo de ciudad solidaria con una Administración local más cercana al ciudadano, capaz de articular de manera efectiva sus crecientes demandas y exigencias, que sea capaz de anticiparse a las situaciones de riesgo social y territorial y con organizaciones sociales dispuestas a participar de manera decidida en los asuntos públicos. Los Planes Especiales de Inversión y Actuación Territorial (PEI) son el resultado de un proceso de participación que, sustentado en los principios de corresponsabilidad, transparencia y solidaridad, incorpora en la toma de decisiones sobre la inversión pública municipal a ciudadanos, asociaciones de vecinos, organizaciones civiles y demás colectivos de los distritos más desfavorecidos de Madrid, mediante la activación de novedosos espacios de participación y la creación de redes para el intercambio de recursos e información. Estos nuevos espacios de participación y la incorporación de las nuevas tecnologías para dar forma al concepto de e-participación han contribuido a ensanchar la base democrática, consolidar un avanzado concepto de ciudadanía y reducir los riesgos sistémicos de la ciudad de Madrid.