Algunas reflexiones sobre la nueva gobernanza y la nueva gestión pública en América Latina
Abstract
La mayoría de los países de América Latina no poseen modelos de Estado claramente institucionalizados, sino modelos mixtos o híbridos que están en proceso de transición. El modelo de Estado de los países anglosajones es una combinación de "Estado soberano" y "Estado supermercado" (March, Olsen, 1997; Villorio Iglesias, 2000) cuyos componentes facilitan cambios radicales dentro de los límites de un sistema democrático, lo que implica que puedan asimilar con facilidad las estrategias de modernización de la NGP, a diferencia de los países de América Latina donde se emulan el modelo Estado corporativo combinado con algunos elementos de Estado institucional. La problemática en América Latina consiste en que ningún actor posee peso suficiente para romper el equilibrio que mantiene el sistema administrativo tradicional; no existe ninguna institución que tenga en régimen de monopolio la renovación de la gestión pública; los gobiernos están ocupados en políticas públicas con un fuerte peso político y de interés general, por lo que no dejan tiempo para plantearse los problemas relacionados con la gestión. Las estrategias de modernización de la NGP, tienen como principal objetivo diseñar sistemas administrativos flexibles modernos o postburocráticos (Barzelay). En una gobernanza moderna, el poder debe estar disperso en la sociedad, y las autoridades políticas deben ser aceptadas para manejar los recursos suficientes para poder tomar decisiones que respondan a las diferentes necesidades de regulación. En algunos Estados-Nación democráticos existen redes de política, asociaciones público-privadas y una autorregulación regulada. La gobernanza trata de la solución colectiva de problemas colectivos y del logro del bienestar público. La (PP) y la (NGP) son propuestas disciplinarias y profesionales que significaron enfrentar y superar la crisis fiscal de los años ochenta que se dio en América Latina. Estos instrumentos de conocimiento, fueron aceptados por gobierno, sociedad y academia para reconstruir la gobernabilidad, y para eficientizar los asuntos públicos con una mayor participación de la sociedad. Una de las críticas a esta primera aceptación, es que se consideró que PP y NGP neutralizarían la politización (en el sentido de irracionalidad) de las políticas y la administración, ya que revaloraban el componente racional, técnico ("tecnocrático" con frecuencia) de la dirección gubernamental (Aguilar, 2007). Estas disciplinas han aspirado a prevenir o resolver el problema de la eficacia directiva de los gobiernos, cuestionando la tradicional forma de gobernar a través de la decisión y la gestión. Al robustecer la gobernabilidad o capacidad directiva del gobierno, mediante los métodos de la PP y la NGP repercutió en la sociedad económica, civil y política que originaron el modo de gobernar participativo en red con las organizaciones sociales: la goebernanza postgubernamental.