Los mecanismos alternativos de solución de conflictos como mecanismo pedagógico para incentivar la participación ciudadana en los asuntos públicos: Programa de Mediación Comunitaria en Panamá
Abstract
En la presente ponencia se realiza un análisis descriptivo de los métodos alternos de resolución de conflictos y la participación ciudadana en la gestión pública en el contexto de la reforma judicial en América Latina y Panamá. Se destaca la inclusión de los MASC en los procesos de reformas judiciales que se han gestado paulatinamente en América Latina, y el protagonismo de los ciudadanos en la solución de sus conflictos, lo que tradicionalmente ha sido función exclusiva del Estado. Desde esta dinámica, y con el enfoque de "acceso a la justicia", se hace un recuento de los avances en Panamá de una de las medidas más urgente de la reforma judicial que se formalizó con la firma de un Pacto de Estado por la Justicia en el año 2005. Implementar los métodos alternos de resolución de conflictos, y más específicamente la mediación comunitaria a través de Centros de Mediación Comunitaria en todo el país, es una de las tareas que emprendió la Procuraduría de la Administración como una de las instituciones suscriptoras del Pacto de Estado. A partir del año 2006 esta institución retoma el esfuerzo que había venido realizando la sociedad civil organizada en la promoción de la mediación para las comunidades y promueve la regulación de la mediación comunitaria. El Programa de mejoramiento de la administración de Justicia -Etapa II que financia el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para desarrollar las medidas de reformas propuestas en el Pacto de Estado por la Justicia, incluye el Programa de Mediación Comunitaria como un componente de acceso a la justicia y ha hecho posible la constitución de los primeros Centros Pilotos de Mediación Comunitaria del país. Los selectos ciudadanos y ciudadanas que se forman como mediadores comunitarios son los principales protagonistas de este esfuerzo, cumpliendo un rol activo en sus comunidades, facilitando el diálogo y la comunicación entre vecinos y amigos y gestando una nueva forma de justicia. No cabe duda de que la mediación es un mecanismo pedagógico de participación ciudadana al promover valores éticos en la sociedad, enseñando a los individuos a resolver sus diferencias a través de la comunicación pacífica, y formando un nuevo capital social con responsabilidades en la construcción de consensos, lo que sin duda facilita la gestión pública de calidad que visualizan los Estados Iberoamericanos.