La privatización como alternativa para países en vías de desarrollo : la experiencia peruana
Abstract
Los países de América Latina generalmente han basado su desarrollo, si así lo entendemos; tomando como base sus riquezas mineras, petroleras etc. riquezas cuya explotación empiezan a agotarse. Debido a que no se toman las decisiones mas adecuadas que permitan cambios significativos en las políticas de los Piases; esto viene sucediendo contrariamente a lo que pasa en la mayor parte de los países del mundo, es decir el Estado no vive de la NACION, sino que en muchos sentidos la NACION vive del ESTADO. Desde el punto que se lo mire, esta anomalía a tenido inmensas consecuencias negativas para el desarrollo de los países. El gasto publico se hizo independientemente del trabajo Nacional hasta crear la terrible paradoja de que la Nación entera en todas sus actividades, llego a depender directamente del volumen creciente del gasto publico. En efecto la privatización no es una pura creación ideológica. Por el contrario, fueron las previas nacionalizaciones las que obedecieron a un designio ideopolitico. Es el fracaso de las ideas planificadas y de las Empresas Estatales lo que lleva a redescubrir las ventajas practicas de las empresa privadas en particular y de la economía del mercado en general. Los resultados efectivos de la privatización enseñan que el sector privado, manejando estas empresas, demuestra gran capacidad para financiar y emprender proyectos rentables, y contribuir al crecimiento del país y al formamiento de la economía. Sin embargo, tan importante como la necesidad de la privatización es realizarla apropiadamente, tratando de cuidar los derechos económicos de los ciudadanos y el mejor servicio a los consumidores que son la razón de estas empresas. El principio de que la privatización debe aumentar la eficiencia económica y reducir los costos debe ser algo mas que una simple expectativa. La privatización habrá comenzado a ser bien asimilada solo cuando los ciudadanos reconozcamos que las empresa estatales suponen una exposición cotidiana de nuestras decisiones económicas, cuando se vea que el concepto mismo de empresa estatal es una contradicción en los términos, pues toda empresa asume un riesgo con recursos propios, y el Estado cuando es empresario no lo hace.