Selección, formación y promoción profesional de los funcionarios integrantes de la organización policial
Abstract
Los funcionarios integrantes de la organización policial, son servidores públicos y en ese sentido no pueden quedarse al margen del importante proceso de profesionalización y modernización de sus recursos humanos que la Administración Española ha emprendido desde hace unos años. Pero son funcionarios que tienen encomendadas tareas esenciales al servicio de los ciudadanos, como son la garantía de la convivencia democrática y la defensa de la legalidad. Es la trascendencia que el mantenimiento de la seguridad pública tiene para el conjunto de la sociedad la que justifica que para estos funcionarios se puedan establecer determinadas condiciones particulares en su estatuto jurídico, dentro del marco general de los principios constitucionales que inspiran el modelo de Función Pública español. Nuestro marco jurídico configura una organización policial basada en criterios de profesionalidad y eficacia, atribuyendo una especial importancia a la formación permanente de los funcionarios y a la promoción profesional de los mismos. Los funcionarios de Policía materializan el eje de un difícil equilibrio, de pesos y contrapesos, de facultades y obligaciones, y la balanza capaz de lograr ese equilibrio, entre tales fuerzas contrapuestas no puede ser otra que la exigencia de una actividad de formación y perfeccionamiento permanentes, sobre la base de una adecuada selección , de acuerdo a los principios de igualdad, mérito y capacidad, integrando en su estatuto personal los aspectos esenciales de promoción, condiciones de trabajo, retribuciones, sindicación, incompatibilidades y responsabilidad.