La transversalidad de género como innovación política de gobierno
Abstract
La igualdad de género se ha instalado como demanda política, coincidentemente prioritaria, de la mayoría de los países del mundo. Estas transformaciones exigen compromisos públicos y políticas de gobierno que den contenido y sentido a esas demandas que expresan las nuevas realidades para encausarlas institucionalmente en una nueva senda común de equilibrio de bienestar y desarrollo. En este escenario el trabajo presenta y describe el enfoque que instalan las políticas transversales de igualdad de género como acciones estratégicas que atraviesan todas las fases de gobierno, inscriptas en la línea de la "buena gobernanza", y las connotaciones innovadoras, conceptuales y de contenido, que trasladan al ámbito de las relaciones entre el Estado y la sociedad y entre ciudadanos y ciudadanas. El análisis está centrado en las políticas públicas en Argentina en el marco de América Latina. En las dos últimas décadas el movimiento feminista ha logrado con éxito abrir lugar al género en el campo económico, político, social y cultural. El impacto del género en los diversos campos no sólo le otorgó un valor intrínseco, como problemática en sí misma, abriendo paso a un modelo igualitario de organización política, económica y social de las relaciones de poder entre varones y mujeres, sino también un valor extrínseco, al instalarlo como componente nuevo y estratégico del desarrollo en la mayoría de los países del mundo. Las desigualdades de género, como problema estructural, van de la mano de las desigualdades económicas y sociales de clase y han construido "estructuras de desventajas" que no sólo restringen las oportunidades de vida sino también impiden el cumplimiento de los objetivos de desarrollo del milenio. En este escenario adquiere relevancia la noción de igualdad de oportunidades, entendida como igualdad de capacidades. La categoría reúne tanto libertades -concebidas como desarrollo de capacidades- como derechos - titularidades que otorgan legitimidad de acceso a los bienes materiales e inmateriales-. Las libertades y los derechos son los elementos constitutivos del desarrollo. Las políticas públicas de igualdad de oportunidades se asientan en una significación positiva de poder. Le asignan valor político al género al concebirlo como componente distributivo de igualdad. Apuntan a las causas de la desigualdad al colocar a la igualdad de género en la base de la organización política de gobierno, en tanto contribuye al desarrollo. Se promueve la transversalidad de las políticas de igualdad de género por la necesidad de contar con una estrategia de procedimiento gubernamental integral, que afecte a toda la estructura y funcionamiento de gobierno y que tenga herramientas suficientes para actuar sobre la realidad y transformarla. La "buena gobernanza" propicia una nueva institucionalidad política para la gestión pública, de tipo operativa, descentralizada, menos jerárquica y más horizontal, que incorpora a actores gubernamentales y no gubernamentales -con voz y a veces con voto- en el proceso general de formación, construcción de consensos, control social, formulación e implementación de decisiones públicas.