La negociación colectiva como aporte de los trabajadores para la ampliación y consolidación del sistema democrático
Abstract
Nuestra visión como organización sindical representativa de la amplia mayoría de los trabajadores del Sector Público es la de lograr los más alta calificación en los mismos para toda la sociedad, con especial énfasis hacia los sectores más postergados, mediante acciones que contribuyan a la recuperación y fortalecimiento del Estado Democrático en la convicción que es el medio central y estratégico para lograr una sociedad más justa, equitativa, armoniosa y solidaria. En este camino las relaciones laborales en el Estado Argentino han tenido un notable avance con la firma del Segundo Convenio Colectivo de Trabajo para el Sector Público, ya que en el mismo se incorporan aspectos sustanciales que responden a nuestra visión, en especial remarcando la necesidad de consolidar la cultura del trabajo. Los consensos, el respeto por el otro, aceptar las diferencias, reconocer los valores individuales y sociales, privilegiando los acuerdos frente a los conflictos, son el camino más complejo y difícil, pero aquel que deja resultados estables. La historia ha marcado que los enfrentamientos entre trabajadores, empleadores y el Estado han sido infructuosos y ha dejado huellas que sólo el tiempo y la comprensión proveniente del respeto a las identidades y diferencias podrá superar. Los trabajadores públicos hemos asumido que la herramienta idónea para este cambio cultural para encontrar los espacios comunes que permitan llegar a acuerdos de mutuo beneficio y que los mismos contribuyan en lograr la calidad de vida para alcanzar desarrollo sustentable para todos los habitantes, es la negociación colectiva. Cuando se parte de esta construcción compartida los intercambios y prácticas conducen invariablemente al mejor camino hacia el logro de los acuerdos. Ese es el camino que siempre eligió la Unión del Personal Civil de la Nación y el camino que también lleva a fortalecer y nutrir el sistema democrático. Los logros obtenidos son la consecuencia directa del esfuerzo y la lucha permanente de los trabajadores para establecer instrumentos adecuados y generar normativas que apunten a mejorar y democratizar las relaciones laborales, resaltando que lo fundamental es haber logrado que la negociación constituya la base del entendimiento, del consenso, del diálogo entre todos los sectores, y también haber asumido este compromiso no solamente con el Estado sino con la comunidad toda. En la medida en que se comprenda como requisito básico que para toda construcción de poder deba existir ese grado de participación y trascendencia hacia metas permanentes de superación cotidiana y donde la responsabilidad y libertad son causa y efecto para que se haga realidad la alegría del ser. Es decir, una comunidad donde el trabajador tenga algo que ofrecer al bien general, algo que integrar y no sólo una presencia muda y temerosa.