¿La gestión por resultados es sinónimo del presupuesto por resultados?
Abstract
Existe un consenso generalizado en la región de que el modelo administrativo vigente de funcionamiento del Estado requiere una urgente transformación. Es necesario pasar de una administración hiperregulada en materia de control de medios y procedimientos, a una administración donde se privilegien los resultados a alcanzarse. Para producir este cambio no alcanza con las reformas presupuestarias tratadas en forma aislada. En el documento se plantean las razones por las cuales no son sinónimos presupuesto por resultados y gestión por resultados. Se considera que la gestión por resultados es mucho más amplia que el uso de una técnica presupuestaria; involucra un relanzamiento del sistema de planificación sobre nuevas bases, el desarrollo de indicadores que distingan la producción pública de los resultados e impactos de la misma, la alineación de las reformas de la administración financiera al nuevo modelo de gestión y, sobre todo la introducción de incentivos. La introducción de incentivos - en el marco de contratos por resultados o desempeño - tanto de tipo organizacional como personales, es una poderosa herramienta para motivar a los procesos de cambio que pongan al Estado al servicio del ciudadano, ya que posibilita premiar la buena gestión. Pero no alcanza con encarar reformas técnico-administrativas como las señaladas, es necesario que los poderes legislativos y los órganos de control modifiquen sus roles tradicionales. Los primeros enfatizando, en los procesos de aprobación de los presupuestos y de sus rendiciones de cuentas, el análisis de la programación y rendición de cuentas por resultados y los segundos, pasando de ejercer controles formales y financieros a controles por resultados. Por último, en la ponencia se plantea que todas las modificaciones mencionadas deben ser acompañadas de modificaciones en el comportamiento de los actores que tienen relación directa con el Estado: la sociedad civil, la dirigencia y la burocracia. En síntesis, el desafío es muy grande, pero es imprescindible llevarlo a cabo con una visión integral e integradora. Si ello no es así, se estará ante una nueva experiencia.