Una agenda para la reforma electoral
Abstract
México esta ávido de una cultura participativa y de un fácil acceso a la información y eficiente, los ciudadanos mexicanos necesitan vivir el sentido de pertenencia a una nación y a la misma sociedad, situación que se encuentra en las manos de las autoridades gubernamentales, quienes a través de órganos especializados se obligan a subsanar y proveer a los ciudadanos de lo que conforme a la norma tienen derecho. El libre acceso a la información abre muchas puertas y lazos con el pueblo, la transparencia de los actos de gobierno y los documentos públicos ayudan al ciudadano a preocuparse por los asuntos concernientes a la nación, pues con la ayuda de varios mecanismos es posible que la conciencia ciudadana se interese por todo el contexto que lo rodea, puesto que la finalidad de toda persona es el bien común, puesto que cada persona tiene como fin su propio bien, su propia perfección, por lo tanto la propia sociedad también lo tiene. Lo importante es que nos hagamos mejores ciudadanos, encontrar el justo medio del que tanto habló Aristóteles, en el cual las integrantes de la nación sigan el rumbo de sus vidas y de la sociedad, pero mediando sus actividades con la política y el gobierno, interactuando entre si con la autoridad. En materia de transparencia no estamos tan rezagados, ya que comienza a fomentarse esta cultura, la sociedad comienza a comprender que la información pública es de propiedad de la nación y que en todo momento se podrá solicitar y obtener una respuesta favorable a la petición. Pero una de las situaciones que mas nos preocupa, es la participación, pues bien se habla de que se necesita pasar de una democracia representativa a una participativa, dejando muy en claro que la democracia representativa no es mas que la voluntad del pueblo, en conjunto de las minorías con las mayorías, pues la voz de la mayoría es la que prevalece y se busca beneficiar a toda la población en general. Analizando diferentes alternativas de lograr que la ciudadanía se involucre con las actividades del gobierno, se propuso implementar las instituciones democráticas del referéndum y el plebiscito, utilizando como modelo el establecido por España, nación que ha logrado a través de la democracia participativa, la participación de hasta un 80% de los ciudadanos, principalmente en decisiones respecto de modificaciones, adiciones o reformas constitucionales, a las leyes o disposiciones legales administrativas, inclusive la adición de esta nación a órganos internacionales. Tomando como punta la experiencia española, sin dejar de lado la diferencia cultural, social, económica y de desarrollo que existe entre ambas naciones, México tiene todo para lograr la participación activa de los ciudadanos, sencillamente tiene que comenzar por darle el sentido de pertenencia a la nación, e involucrarlos en la toma de decisiones importantes, ese es un punto clave, la pertenencia, que dará pie a la participación. Con el Plebiscito, se pretende lo mismo, sin embargo, por la esencia de esta figura, estaría encaminada a la ratificación o no de mandatos meramente administrativos. La creación de una ley de partidos políticos, permitirá la igualdad entre los partidos, y el reparto equitativo del financiamiento público para los procesos electorales, además de transparentar los procesos. Con la creación de un Comité Técnico de Fiscalización, que tenga la finalidad de administrar un fideicomiso para el reparto de los recursos destinados a las campañas electorales, controlará, entregará y transparentará los gastos de campaña y respetará los topes establecidos, para que una vez concluidas los comicios electorales, entregará un estado contable de la situación que guarda el comité y los recursos y su utilización. Así mismo, se requerirá a los proveedores de los partidos políticos, transparentes los gastos erogados con motivo de los bienes, productos o servicios, para los partidos. La transición de México, es una tarea ardua, y que debe de hacerse de una manera completa, comenzando por identificar los primeros factores que deberán reformarse, para que una vez que hayan sido analizados, comenzar con la reforma de todo el cuerpo del Estado, puesto que de otra manera, únicamente se maquillaría el Estado y los rezagos estarían presentes. México cuenta con sangre fresca, jóvenes dispuestos a cambiar el rumbo del país, y sabemos que se puede y que podemos lograrlo.