Democracia y diversidad: una visión desde la crisis boliviana
Abstract
La democracia requiere de leyes y regulaciones que hagan posible la convivencia del diario vivir. La mediación jurídica que el Estado lleva a cabo en conflictos entre la ciudadanía, así como una estabilidad institucional que haga posible dicha mediación, son requerimientos para esto mismo. Sin embargo, no son suficientes por sí solos para cumplir con la promesa de una democracia de la ciudadanía, y así garantizar una igualdad entre la ciudadanía al mismo tiempo que también se celebre y respete la diversidad entre esta misma. A partir de esta idea anterior, Zegada propone que la institucionalidad democrática no solo debe cumplir con las tareas de representación formal de la política -condiciones, de nuevo, absolutamente necesarias para su funcionamiento-, sino además debe tener la capacidad de articular la multiplicidad, la diversidad y las contradicciones, así como responder a las necesidades y expectativas sociales, que son la base de la legitimidad y consolidación institucional. ¿Qué significa esto dentro de un contexto latinoamericano? ¿Qué retos particulares presenta la región y de que manera puede lograr el Estado renovarse para enfrentarlos? ¿Qué carga representa la escasa participación histórica de las mujeres, de descendientes africanos, y de indígena en la vida política? La doctora Zegada invita a una discusión de estas preguntas y propone ejemplos particulares de la experiencia de Bolivia, uno de los países con más diversidad entre su ciudadanía de toda la región.