Tendencias en la formación de gerentes públicos
Abstract
Aun cuando la gestión pública se está transformando en un campo importante de la praxis administrativa, los niveles de investigación y docencia, mantienen todavía a la disciplina en una etapa primaria, ya que como expresa Lynn, (1996), aun no está claro si la gerencia pública es una especialización de la disciplina de la administración pública o una extensión del campo de la política pública. A pesar de ello podemos establecer una cierta diferencia entre la administración pública propiamente tal y la gestión pública. Siguiendo a Bozeman (1993), podríamos decir que ésta última se focaliza más en los aspectos estratégicos que en los gerenciales, en las relaciones interorganizacionales más que en las intraorganizacionales y en la intersección de la política pública y la gestión. Si aceptamos como válidos los conceptos anteriores algo queda relativamente claro, que los estudios de gestión pública deben realizarse a nivel de postgrado, dejando para el nivel de pregrado, todo lo que tiene que ver con el desarrollo de técnicas de gestión. Esta es una situación que se presenta tanto en los países desarrollados como en desarrollo, fundamentalmente en lo que tiene que ver con la formación y capacitación de los gerentes públicos. Aunque lógicamente los primeros llevan la delantera. Una evaluación del actual nivel de la enseñanza y la investigación en el campo de la gestión pública y sus posibilidades de desarrollo, nos permitirán tener una apreciación del estado del arte. Para poder avanzar en ese aspecto debemos superar las dicotomías tradicionales de la disciplina de la gestión pública, en lo que tiene que ver con su relación con la política, el derecho y la administración de negocios. La superación de dichas dicotomías permitirá avanzar en el establecimiento del Estado Administrativo. Una interrogante importante a resolver es como deben repartirse los roles en la formación y capacitación de lo gerentes públicos las universidades y el Estado. En lo que si hay acuerdo general es que deben ser las universidades en estrecha colaboración con el Estado, con los diversos centros independientes, y con las asociaciones de profesionales interesados en este campo, las que deben dar especial importancia a la investigación, lo que permitirá empezar a resolver algunas de las interrogantes planteadas. Y esto tiene una gran relevancia para América Latina, en donde salvo ciertas excepciones, la investigación en el campo de la gestión está en estado incipiente.