Argentina : economía, Estado y sociedad civil-gobernabilidad y reformas
Abstract
La década de los 90 se caracterizó en Argentina por la estabilidad monetaria y financiera, el crecimiento de la economía en un 50% hasta 1998, y las reformas, en principio exitosas, en algunos sectores del estado y de la economía. La reforma del estado realizada dejó pendientes: la reducción real de la cantidad de agentes de la Administración Pública Nacional, Provincial y Municipal, completar la puesta en marcha de todas las instituciones previstas en la reforma Constitucional de 1994, la mejora del funcionamiento de los entes reguladores, recaudadores, administradores de la seguridad social y de las obras sociales. Otros de los aspectos pendientes se refieren a la iniquidad del gasto público ya que el mismo beneficia principalmente a los sectores de ingresos medios quedando aquéllos de menores ingresos marginados de todo crecimiento económico y de la modernización de los servicios públicos o privatizados. Los servicios ineficientes y de pobre calidad prestados por el estado, básicamente por la provincias luego de las transferencias a las mismas, en la salud, la educación, la justicia y la seguridad, generan por su parte un circulo vicioso: como la sociedad está disconforme, se resiste y evade el pago de impuestos y contribuciones. Urge por lo tanto romper este círculo, por el lado de los ingresos públicos, mejorando el diseño del sistema fiscal para acentuar su equidad y la viabilidad de su administración y control y organizando un verdadero sistema federal, que aproxime tanto como sea posible los niveles de recaudación y del gasto, donde es necesaria la mejora de la calidad, de la eficiencia social y económica y el alcance y acceso a todos los servicios de toda la población. A mediados de 1998 comenzó una nueva serie de crisis financieras, en el sudeste asiático, luego en Rusia. En Argentina, como en la crisis de México en 1994, el impacto se sintió en forma de recesión. En octubre de 1999 la elección presidencial consagró el triunfo de la Alianza Unión Cívica Radical-Frente Amplio que se hizo cargo del gobierno el 10 de diciembre siguiente, con lo que terminó la presidencia del Dr. Menem, luego de 10 años y medio en el poder. Las promesas realizadas durante la campaña electoral chocaron contra una realidad muy dura y diferente de la esperada: la serie de medidas tomadas sucesivamente para reducir el importante déficit fiscal real heredado, y luego para reprogramar los pagos de la deuda externa resultante del financiamiento de los déficits acumulados dejaron poco margen para las medidas orientadas hacia la reactivación, la que no se produjo. El actual gobierno adoptó algunas medidas de racionalización del gasto social que comprenden la unificación de los programas asistenciales, un proyecto de modernización del Estado y ha venido actuando de manera sostenida para aumentar la transparencia y luchar contra la corrupción mediante la creación de la Oficina Anticorrupción. Pero nada de eso resulto suficiente. Así, casi tres años de recesión que llega a bordear la depresión, generaron una gran desconfianza externa en la capacidad de repago de la deuda externa acumulada. Surge así una nueva y profunda crisis, potenciada por la crisis en la situación social resultante de las reformas y de la recesión, y por la crisis política, originada en el fracaso y la practica disolución de la coalición que triunfo en las ultimas elecciones, como así también en las acusaciones de corrupción y la disconformidad generalizada sobre el funcionamiento del "sistema político" Agotadas las reactivaciones "fáciles" de la década anterior, resurge la discusión sobre el modelo, su viabilidad, su utilidad para la sociedad, las dudas sobre la estabilidad y la gobernabilidad. Se vuelve a hablar entonces del fracaso del "modelo", y surge la discusión sobre la necesidad de sustituirlo, de resistir la globalización y los modos y esquemas de inserción en los esquemas regionales e internacionales, y en algunos sectores se propone volver al pasado, planteándose nuevamente la discusión sobre el rol deseable del estado, sobre su capacidad real de diseñar, implementar políticas y programas económicos y sociales. En este marco, en las secciones siguientes de este trabajo se pretende solamente recoger, de manera resumida, y hacer algún aporte a algunos aspectos de esa inacabada, y al parecer, inacabable, al menos por el momento, discusión. Se plantean algunas restricciones y desafíos pendientes para Argentina y una serie de reformas y proyectos pendientes de alto impacto en la economía nacional y regional, en los diversos sectores y en los gobiernos provinciales y municipales. La situación actual requiere seguir avanzando en la descentralización, para acercar los niveles de decisión y administración a los del ciudadano, en la mejora del gerenciamiento público, y en una mayor transparencia y control social que relegitime al estado frente a la sociedad y se procura aportar alguna contribución, sobre todo referida a dos de las principales reformas pendientes para la continuación de una senda de modernización: la descentralización, y la ampliación del rol de la sociedad civil.