Políticas sociales y descentralización : algunas enseñanzas del caso argentino
Resumen
El trabajo se propone analizar el modo en que la Argentina descentralizó en los últimos años los servicios sociales de salud y educación, así como muchos de los recursos para acciones alimentarias. En consonancia tanto con los principales lineamientos de la reforma estatal asociada al ajuste estructural como con las propuestas dominantes sobre qué hacer en materia de política social, la gestión encabezada por Carlos Menem en los noventa profundizó los cambios en la salud pública, el sistema educativo y la asistencia alimentaria. Tales transformaciones estuvieron guiadas por las urgencias fiscales del Estado nacional y sostenidas por una coalición conformada, en lo que refiere a actores involucrados en estas temáticas, por el Poder Ejecutivo Nacional (en particular el presidente y su Ministro de Economía) y los organismos crediticios internacionales. Asimismo, estos cambios no reflejaron una preocupación sustantiva por mejorar la calidad de los servicios y programas, lo cual da cuenta, a su vez, de la debilidad de otros actores (sectoriales y subnacionales) para proponer diferentes modalidades de puesta en marcha -o profundización- de la descentralización. Lo primero que cabe destacar es que estamos en presencia de tres modalidades de descentralización. Por un lado, en el caso de la educación nos encontramos con una modalidad espasmódica, con los años 1978 y 1992 como referentes excluyentes. Por otra parte, en la salud pública se advierte una modalidad gradual, con paulatinas transferencias de responsabilidades hacia las provincias desde varias décadas atrás. Finalmente, en el área alimentaria prevalece una modalidad abrupta, que se relaciona principalmente con la coparticipación de los fondos a inicios de los años ï90. Queda claro también que el proceso delineado desde e instrumentado de forma homogénea desde el nivel nacional, para descentralizar los servicios de salud y educación, así como los programas alimentarios, se desarrolló sin tomar en cuenta la heterogeneidad a nivel de las instancias subnacionales en temas tales como las capacidades de gestión pública y los estilos políticos de cada jurisdicción. Para explicar esto cabe concentrar la explicación a través del análisis de tres variables: a) crisis fiscal como factor disciplinador; b) fortaleza política del Ejecutivo nacional en el "juego político federal"; y c) necesidades financieras de los gobiernos provinciales.