El contexto político de la función pública : actores y reglas
Abstract
La historia de las Instituciones Políticas refiere la modificación de las relaciones de poder en un sistema político, denotando la evolución de las leyes que regulan las relaciones entre gobernantes y gobernados y constituyendo el conjunto de normas que conforman el derecho público. Ante esa sociedad cambiante, dinámica, se replantean cambios en la propia forma de dirigir, de gobernar; la gobernabilidad es eficacia, legitimidad y estabilidad; pero es también la articulación política en los juegos de poder, es propiciar los equilibrios para la instrumentación de las políticas públicas, con la capacidad para la integración de todos los actores de la política, una posibilidad incluyente con persuasión y convicción. Es finalmente una óptica de modernización del estado con nuevos paradigmas. Son esos nuevos paradigmas los que establecen que los viejos actores tengan nuevas reglas. Los miembros del demos van fijando nuevas primicias producto de su dinámica, más participativa y más consciente. Son los procesos relacionales los que establecen que la comunicación sociedad-Estado sea cada vez distinta, la complejidad de los entornos y la realidad interna provoca que esas reglas tengan múltiples variables. Las políticas públicas deben responder a las condiciones económicas y sociales de un país tanto como a su sistema político y a la movilización social de sus ciudadanos fortaleciendo el acercamiento con la necesidad y la demanda social, con pleno conocimiento de su resolución y con creatividad e imaginación para el establecimiento de los canales de interlocución, que permitan el seguimiento y la continuidad de los acuerdos sociales. En este sentido, la articulación de la sociedad política integra un sistema de partidos y de organizaciones que se contraponen con respecto al ejercicio del poder, propiciando la reflexión sobre el Estado, de su papel y de la legitimidad de este, para ejercer el poder político con el fin de salvaguardar la soberanía de un país, tomando las decisiones necesarias y emitiendo los mandatos correspondientes obligatorios para todos los que habitan una nación, respetando los derechos políticos y sociales que los hombres tienen y protegiéndolos jurídicamente. Los problemas de gobernabilidad constituyen un aspecto relevante en el fortalecimiento de las culturas cívicas, en la promoción de la acción voluntaria y, por tanto en la mejora de las bases sociales para la democracia. También es cada vez más importante en el análisis de cómo se pueden crear las instituciones necesarias para promover el orden y la justicia en el contexto de la globalización, en un escenario donde están en juego diversos intereses. Para ello, será indispensable revisar las necesidades del cambio institucional que propone la sociedad, a partir de un diálogo más abierto y, con capacidad de respuesta respecto de la implementación de Programas específicos de trabajo en todos los sectores; fortaleciendo la esfera pública, con una clara delimitación de responsabilidad entre lo público, lo privado y lo social. Una nueva relación entre la Sociedad y el Estado en la que cada cual busca el bien común.